Al preparar unas oposiciones es muy posible que veas que el examen que va a llegar tras tanto tiempo se te hace un mundo. Lo ves ahí, en el horizonte, como algo que puede no ser tan asequible como pensabas.
Es por esa razón por la que debes vencer al monstruo y al miedo. Es como la primera vez que coges un coche. Al principio, te parece un mundo, pero luego, cuando estás en la autoescuela con las prácticas, ya no parece tanto, ¿verdad? Pues las oposiciones son exactamente lo mismo.
Para ello, lo mejor que puedes hacer es cogerle las vueltas y hacerte a él lo antes que puedas. Una gran herramienta para ti son los simulacros, que, bien usados, pueden ayudarte a conseguir tu plaza de una forma más sencilla. Con ellos te acostumbrarás al examen.
El simulacro imita al examen
Si has estudiado la selectividad recordarás que el año de antes del examen los profesores te daban exámenes de otros años, de forma que te pudieses acostumbrar a la dinámica.
En el caso de las oposiciones ocurre lo mismo, el simulacro te va a permitir saber a qué te tendrás que enfrentar. Así, no solo estarás habituándote, sino que, con ayuda de tu preparador, podrás desarrollar estrategias para cuando llegue el momento de enfrentarte al examen, como la prioridad a la hora de responder las diferentes preguntas.
Además, en ellos encontrarás preguntas similares a las que te vas a encontrar en el examen, y sabrás cómo organizarte el tiempo o los temas que debes reforzar un poco más.
Consejos para hacer tus simulacros
El primer consejo respecto a esta herramienta que te podemos dar es que los uses. Cuenta con ella durante tu preparación. Pero no los uses de higos a brevas, como se suele decir, úsalos regularmente, y prográmalos según los objetivos que te vayas marcando. De esta manera puedes tener una idea bastante aproximada de cómo está siendo la evolución.
Eso sí, para evitar que estos simulacros tengan el efecto contrario al deseado, no los hagas en cuanto comiences. Espera a que alcances un determinado nivel.
Y otra cosa, recuerda que es un simulacro, algo para ayudar a prepararte. El hecho de no pasarlos no significa que vayas a suspender tu examen. Sirven para que te habitúes a la mecánica del examen. Y ya está.
La razón por la que no deberías lanzarte sin estar preparado a hacer los simulacros es para que no te agobies. Piensa que es posible que en ellos te salgan temas que aún no has estudiado y que vas a tener que redactar, y eso solo te puede dar una sensación de, repetimos, agobio y estrés, y pensar que no vas a aprobar.
Así que, nuestro consejo, empieza a estudiar y cuando sientas que ya puedes, empieza a hacer simulacros.
Conoce cuáles son tus puntos débiles
Si estás leyendo este artículo, ya sabrás que al preparar tus oposiciones no puedes o al menos, deberías, dejar nada a la improvisación. Por esa razón debes entrenarte para ser capaz de hacer tu examen con las mayores garantías posibles. Además, también es bueno que conozcas tus puntos fuertes y tus debilidades antes del día del examen.
La verdad es que los simulacros son una herramienta muy efectiva, para que poco a poco, la preparación de los opositores sea la más completa posible. Como ya hemos dicho también, esta herramienta te permite saber cuáles son los temas que mejor van preparados y cuáles deber estudiar un poco más.
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